Disputa Familiar (Parte 4)
Descubre la famosa disputa familiar entre los Hatfield y los McCoy en Estados Unidos, y cómo la historia bíblica de Ester narra una contienda aún más devastadora entre las familias de Mardoqueo y Amán. A través de intrigas y traiciones, esta disputa pone en peligro la vida de miles de judíos y revela una lucha entre el Reino de las tinieblas y el Reino de la luz. Prepárate para aprender cómo Dios obra en la historia y cómo su soberanía puede traer esperanza en los momentos más oscuros.
Transcript
Disputa Familiar
El Soberano en la Sombras, Parte 4
Ester 2:21-3:15
Introducción
Sin lugar a dudas, la disputa familiar más famosa en la historia de Estados Unidos fue el conflicto entre los Hatfield y los McCoy.
Los Hatfield y los McCoy eran dos familias adineradas que vivían en lados opuestos de un río que representaba geográficamente la frontera de Kentucky y Virginia Occidental. Los McCoy vivían en el lado de Kentucky y los Hatfield vivían en el lado de Virginia Occidental.
En 1878, McCoy acusó a la familia de Hatfield de atravesar el río y robar uno de sus cerdos. El robo de cerdos era un delito muy grave en aquellos días, por lo que McCoy llevó a Hatfield a los tribunales. Desafortunadamente, no tenía pruebas para condenarlo.
Después de que terminó el juicio, alguien de la familia McCoy quedó tan resentido que disparó y mató a un miembro del jurado que se había puesto del lado de los Hatfield.
Todo se intensificó después de eso.
En 1882, 4 años después del tiroteo, uno de los McCoy se postuló para un cargo público. Fue atacado verbalmente y desacreditado públicamente por uno de los Hatfield y terminó perdiendo. Ocurrió otro tiroteo que dejó 3 McCoys muertos junto con el hijo del Sr. Hatfield.
Sin embargo, la lucha no terminó ahí. Las personas del área escogieron bandos y se unieron al conflicto.
La disputa alcanzó su punto máximo durante lo que se llamó la Masacre de la Noche de Año Nuevo de 1888 cuando varios miembros de los Hatfield rodearon la casa de los McCoy y abrieron fuego contra la familia dormida. Luego prendieron fuego a la casa en un esfuerzo por sacar a Randolph McCoy al aire libre. Pero él se las arregló para salir sin ser visto y escapó del fuego. Sin embargo, su familia no tuvo la misma suerte. Sus dos hijos fueron asesinados esa noche y su esposa fue dada por muerta.
La enemistad duró 11 años, consumió a estas dos familias y cobró la vida de docenas de personas.
¡Y pensar que todo empezó con un supuesto cerdo robado!
En el capítulo 2 de Ester estamos a punto de presenciar una disputa familiar que podría resultar siendo mucho más devastadora que la disputa entre los Hatfield y los McCoy. En lugar de acabar con la vida de decenas de personas, esto podría acabar con la vida de miles.
Es la disputa entre la familia de Mardoqueo y la familia de Amán.
Muchos eruditos del Antiguo Testamento creen que no es una coincidencia que tanto el árbol genealógico de Amán como el árbol genealógico de Mardoqueo se mencionen explícitamente en este libro. Estoy de acuerdo. La ascendencia de Amán revela por qué su decisión de eliminar al pueblo judío no era solo una decisión política… era personal.
La mala sangre se remonta al capítulo 17 de Éxodo, donde los amalecitas se convirtieron en la primera nación del mundo en atacar a la recién formada nación de Israel. Aunque los amalecitas fueron derrotados en esa batalla, pasaron los siguientes 900 años en guerra con los judíos.[i]
En 1 Samuel, Dios le ordena al rey Saúl que elimine a los amalecitas y su rey Agag para cumplir el juicio de Dios. Sin embargo, en lugar de obedecer, Saúl perdonó a Agag y lo mejor del ganado. El profeta Samuel acusó a Saúl por su desobediencia y luego ejecutó él mismo a Agag (1 Samuel 15:33).
Sin embargo, incluso con Agag muerto, los descendientes de Agag continuaron multiplicándose y su odio por Dios y los judíos se multiplicó con ellos.
Mientras que las disputas entre las dos naciones a menudo estallaron en conflictos sangrientos, Ester proporciona el clímax devastador del drama. La amenaza contra los judíos nunca había sido tan grande.
Ester 3:10 dice: “Entonces el rey quitó el anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Hamedata agagueo, enemigo de los judíos”
¿Notó cómo las Escrituras describen a Amán? Dice aquí que él es "enemigo de los judíos". ¿Por qué? ¡Porque Amán es agagueo, descendiente de Agag! Él tiene historia con el pueblo judío, por lo que intentará matar a todos los judíos, logrando lo que sus antepasados no pudieron hacer.
Pero no pase por alto el verdadero problema aquí. Lo que el autor quiere que entendamos mientras escribe este relato inspirado por Dios es que esta disputa no se trata realmente de batallas perdidas. Se trata de cuánto odia la gente del mundo al pueblo de Dios.
Superficialmente, puede leer la historia de una nación derrotada, un rey ejecutado, una familia depuesta y un orgullo nacional herido para descubrir las razones de Amán para odiar tanto a los judíos.
Pero debajo de la superficie descubrirá que la razón de su odio no tiene nada que ver con sus antecedentes familiares. El odio de Amán está inspirado por el enemigo real de los judíos, el mismo Satanás, quien ha estado tratando durante siglos de destruir al pueblo de Dios para asegurarse de que Dios no cumpla sus promesas.
Esto es más que una disputa entre los amalecitas y los israelitas. Esta es una contienda entre el Reino de las tinieblas y el Reino de la luz.
Tanto Amán como Agag antes que él son solo un peones en la mano de un diablo desesperado que pasará toda la historia tratando de destruir al pueblo amado de Dios. El rey Agag no fue el primero en atacar a los judíos y, como sabemos muy bien, su descendiente Amán no será el último.
Con ese trasfondo, retomemos el drama de Ester 2:21.
La Deseada Promoción de Mardoqueo
Notará de inmediato que Mardoqueo ahora trabaja en el Palacio, sin duda debido a la influencia de Ester. En el versículo 21 se nos dice que "Mardoqueo estaba sentado a la puerta del Rey".
Ahora bien, esto puede sonar como si Mardoqueo estuviera sentado de guardia a la entrada del palacio, revisando quien entra o no al palacio, lo que no parece una gran promoción. Pero la puerta, en realidad, hacia referencia al gran edificio administrativo donde se realizaban transacciones legales, civiles y comerciales en nombre del Rey.[ii]
Cuando los arqueólogos excavaron el Palacio de Susa, descubrieron que la puerta del Rey tenía un tamaño de 3,600 metros cuadrados.
Entonces, estar sentado a la Puerta del Rey significaba que era una de las personas importantes del reino. Estaba en la elite social. Mardoqueo lo había logrado.
Pero mientras trabaja diligentemente en los asuntos del Rey, algunos miembros de su personal le informan de un complot para matar al Rey.
La Plan Mortal de los Eunucos
Descubrimos el plan en Ester 2:21.
Estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero.
Estos hombres no querían estrecharle la mano del Rey… ¡Querían ponerle las manos encima!
Ahora, ¿quiénes eran exactamente estos hombres? Bueno, el versículo nos dice que eran "guardias de la puerta", lo que significa que estaban justo afuera de las puertas de la oficina oval. Eran la última línea de defensa del rey.[iii]
No se nos dice por qué querían matarlo, pero el hecho de que fueran eunucos podría revelarlo.
Heródoto informa que cada año se reunían hasta 500 muchachos de naciones subyugadas y los castraban para servir como eunucos. Era un acto brutal que revelaba cuántos pueblos conquistados estaban a disposición del Rey.[iv]
A los eunucos se les confiaba el cuidado del harén del Rey, por razones obvias. Muchos de ellos se convertían en funcionarios destacados y de confianza.
A menudo, los eunucos estaban involucrados en rebeliones. Así que no es sorprendente saber en el capítulo 2 de Ester que estos eunucos están planeando asesinar al Rey.
Sin embargo, su intento falla. Josefo nos dice que uno de los sirvientes del eunuco escuchó el complot y se lo contó a Mardoqueo.[v]
Ester 2:22 retoma la historia y nos dice que "Mardoqueo lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo".
Ester se aseguró de mencionar el nombre de su administrador más leal.
¡Mardoqueo es un héroe! ¡Le ha salvado la vida del rey! Uno pensaría que el Rey le daría una medalla de oro o un aumento de sueldo o unas vacaciones pagadas. Pero ¿qué hace el Rey?
¡Nada!
El Rey, por alguna extraña razón, ignora a Mardoqueo por completo. Ester 2:23 dice:
Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso en el libro de las crónicas del rey.
Eso es todo. No hay aumento de sueldo para Mardoqueo. Ninguna palmadita en la espalda por su lealtad. Ningún "gracias por salvarme el pellejo".
Esto es muy extraño porque, según la historia, los actos de lealtad solían recompensarse de forma inmediata y generosa. Así que no hay ninguna explicación lógica o histórica de por qué el rey pasó por alto recompensar a Mardoqueo.[vi]
Pero hay una explicación teológica.
Dios no quiere que el Rey haga nada hasta que llegue el momento adecuado. Ese momento llegará en el capítulo 6 cuando Amán esté a punto de tener éxito en su diabólico plan para exterminar al pueblo de Dios. El Señor traerá el acto heroico de Mardoqueo a la mente del Rey justo cuando el diablo cree que ha ganado.
Dios está moviendo las piezas en el tablero de ajedrez de la historia humana exactamente donde Él las quiere mientras prepara todo para su eventual victoria contra el reino de las tinieblas.[vii]
Esa es la buena noticia… pero faltan cuatro capítulos para llegar a eso.
Así que volvamos a las malas noticias.
La Postura Desobediente de Mardoqueo
En lugar de honrar o incluso promover a Mardoqueo, observe lo que hace el rey en Ester 3:1-2.
Después de estas cosas el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata agagueo, y lo honró, y puso su silla sobre todos los príncipes que estaban con él. Y todos los siervos del rey que estaban a la puerta del rey se arrodillaban y se inclinaban ante Amán, porque así lo había mandado el rey; pero Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba.
Al parecer, esto es más que una simple reverencia o un protocolo. De hecho, cuando estos dos verbos hebreos, "arrodillarse" e "inclinarse", se combinan en el Antiguo Testamento, generalmente llevan la connotación de adorar.[viii]
Casi puede sentir cómo aumenta la tensión, ¿no es así? Mardoqueo está arriesgando todo lo que ha ganado hasta ahora al negarse a inclinarse.
¿Por qué?
Las Escrituras nos dicen claramente que cuando los sirvientes del Rey le preguntaron a Mardoqueo por qué no se inclinaba, él les dijo que era porque era judío.
Así que Mardoqueo no va a darle esa clase de reverencia a nadie más que a Dios… especialmente a Amán, quien era un Agagueo, un enemigo del pueblo de Dios.
Pero, espere un minuto.
¿No es este el mismo Mardoqueo que se negó a regresar a Jerusalén? ¿No es este el mismo judío que envió a su hija adoptiva a un harén pagano y le dijo que mantuviera su nacionalidad en secreto?
Si.
Entonces, ¿qué le pasa? Mardoqueo finalmente ha logrado tener una buena posición en el reino. ¿Por qué sacrificaría su reputación en este momento?
Solo pueden haber un par de razones por las que Mardoqueo esperó hasta este momento para revelar su identidad.
La primera razón es que descubrió lo insignificante que era todo lo que el mundo ofrece.
Mardoqueo ha estado en el Palacio durante al menos 4 años. Tiene una oficina privada al final del pasillo de la oficina oval. Tiene sirvientes, prestigio y poder, y su hija adoptiva es la reina de Persia. Lo tiene todo… pero siente como si no tuviera nada.
Querido oyente ¿Es esa su historia el día de hoy? Tal vez se encuentre diciendo: "Tiene que haber algo más… ¡algo diferente!"
Mardoqueo sabía lo que necesitaba. Estaba huyendo del Dios vivo y verdadero. Él ha visto lo suficiente para saber que debe haber un reino más grande que el reino de Persia. Persia era un desastre, diri gido por un Rey emocionalmente inmaduro e inmoral.
Un autor lo expresó bien cuando escribió: "La decepción es la nodriza de la sabiduría".[ix]
Quizás usted también haya visto lo suficiente del mundo como para haberse decepcionado… para saber que tiene que haber más en la vida que esto.
Mardoqueo sabe lo que es y, por primera vez en este libro, no se avergüenza de revelarlo. Entonces esa podría ser la primera razón por la que Mardoqueo decide contar su secreto.
La segunda razón por la que Mardoqueo revela su nacionalidad es porque sabe que reverenciar a cualquiera que no sea Dios es violar la ley de Dios. En otras palabras, él finalmente decide permanecer firme en sus convicciones… aunque le costará caro.
Cada vez que Amán aparecía, todos se inclinaban. Hasta este punto, Mardoqueo debió haber encontrado formas ingeniosas de evitar hacerle reverencia. Quizás se disculpaba para ir baño cada vez que entraba Amán o se inclinaba para atar sus sandalias.
Pero no esta vez. Mardoqueo ya no se va a esconder. Cuando el carruaje de Amán se estaciona frente a la puerta y todos se inclinan ante él, Mardoqueo aprieta los dientes y es el único hombre que queda en pie.
El Edicto de Muerte de Amán
Amán responde a esta situación en los versículos 5-6:
Y vio Amán que Mardoqueo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y se llenó de ira. Pero tuvo en poco poner mano en Mardoqueo solamente, pues ya le habían declarado cuál era el pueblo de Mardoqueo; y procuró Amán destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero, al pueblo de Mardoqueo.
Amán va a usar la falta de respeto de Mardoqueo como excusa para resolver esta disputa familiar de una vez por todas.
Él no quiere a un solo judío con vida. Quiere erradicar a todos los judíos que viven en todo el reino, que, por cierto, incluía a Jerusalén.[x]
De modo que Amán busca el consejo de sus dioses para saber qué hacer a continuación.
Ester 3:7 dice: En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey Asuero, fue echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, suerte para cada día y cada mes del año; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar.
Amán tiró los dados, por así decirlo, para saber la mejor fecha para exterminar al pueblo judío. El versículo 13 nos dice en qué fecha cayó la suerte: “El día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar.”
Según la costumbre persa, Amán habría traído a los sacerdotes para que echaran el Pur y así entender la voluntad de los dioses.
La palabra Pur es la palabra acadia para "piedra". Por lo general, estas piedras estaban hechas de arcilla cocida y tenían forma de dados. Les hacían marcas en los seis lados y los echaban desde un recipiente.[xi]
Así que Amán lanza los dados y estos caen en el día 13 de Adar.
Obviamente no había leído las palabras de Salomón en Proverbios 16:33 que dice que "La suerte se echa en el regazo, mas de Jehová es la decisión de ella".
Dios determinó donde iban a caer esos dados. Él va a realizar un milagro en ese día en particular porque quiere que el corazón de Su pueblo regrese a Él.
¿Puede ver la mano de Dios detrás de esta escena? Es inconfundible, ¿no? Los judíos no tienen idea de la terrible tragedia que les espera, pero Dios lo sabe.
Y tiene un plan que los salvará.
Note cuán inteligente es Amán cuando se acerca al Rey en Ester 3:8.
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y distribuido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no guardan las leyes del rey, y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.
Amán, obviamente, sabe cómo manipular al rey. Recuerde que el rey todavía guarda resentimiento por la rebelión de Vasti, las dos humillantes derrotas militares que sufrió y el intento de asesinato por parte de dos de sus oficiales de confianza. Amán sabe que el Rey se encuentra en un estado vulnerable. ¡El menor indicio de rebelión lo impulsará a actuar inmediatamente![xii]
Pero eso no es todo lo que le propone al Rey. Él endulza la propuesta aún más en la mitad del versículo 9 cuando promete pagarle al Rey 10,000 talentos de plata una vez que se complete el genocidio. Eso es casi 400 toneladas de plata. ¡Millones de dólares en la economía actual!
Pero ¿de dónde conseguiría Amán esa cantidad de dinero?
Adivine… de los judíos.
Parecido a cómo Hitler se hizo rico durante la Segunda Guerra Mundial al robarles todas las posesiones a los judíos, Amán hará que Persia se enriquezca al saquear a los judíos.
La respuesta del Rey en el versículo 10 es un poco extraña, porque le dice a Amán: "No quiero tu plata ni la gente". Los historiadores, sin embargo, confirman que él solo estaba fingiendo solidaridad como era común en ese tipo de negociaciones. De hecho, descubrimos más adelante en el capítulo 4 que el Rey esperaba que le dieran la plata.
Así que llegan a un acuerdo y se envía el edicto por todo el reino.
El versículo 13 dice:
fueron enviadas cartas por medio de correos a todas las provincias del rey, con la orden de destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y de apoderarse de sus bienes.
Se le informa a todo el reino que se prepare para este día de matanza.
Los judíos habrán escapado de Egipto, pero no escaparán de Persia… pensaba el Rey de las tinieblas mientras se frotaba las manos con deleite.
El engaño de Amán ha funcionado. Puede imaginarlo parado detrás del Rey, susurrándole al oído cosas como: "Escucha, Asuero, los judíos no pertenecen aquí. No son como nosotros. Son una amenaza para ti porque siguen a un líder diferente. Vamos a deshacernos de ellos".
El pueblo judío en Persia será marginado. Amistades terminarán. Los negocios judíos fracasarán. El pueblo de Dios será temido, odiado, envidiado y luego asesinado.
Esto es similar a lo que sucedió durante la Segunda Guerra Mundial.
En la noche del 9 de noviembre de 1938 se produjo un estallido espontáneo de violencia contra los judíos en Alemania y Austria. Los disturbios se conocieron como la Noche de Cristal debido a la cantidad de ventanas y vitrinas rotas de los negocios y hogares judíos.[xiii]
La tensión había ido en aumento. El pueblo judío había sido marginado durante meses. Por toda Alemania habían estado circulando rumores de que los judíos eran diferentes… que eran una amenaza para la nación… que eran un obstáculo en el camino del progreso.
Se llegó a decir que no pertenecían a la misma especie, sino que solo parecían humanos.[xiv]
¿Dónde se origina ese tipo de odio y violencia? No se origina en el corazón del Rey de Persia o su primer ministro; se origina en el corazón del Rey de las Tinieblas.
Satanás es el máximo aborrecedor del pueblo de Dios. Por eso las páginas de la historia están manchadas con la sangre de los judíos.
Él odia la idea de un Mesías judío. Odia que Dios guarde su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Odia la redención. De modo que sigue luchando contra Dios y su pueblo.
Sin embargo, Dios permanece en control. Dios es soberano aún cuando Satanás parece estar ganando la partida. Él es dueño del tablero de ajedrez y ninguna pieza se mueve sin su consentimiento. La humanidad mueve las piezas por su propia voluntad, pero al final descubren que sus movimientos han cumplido la voluntad de Dios.
Entonces, ¿qué estaba haciendo Dios aquí? Él estaba preparando a su pueblo para que experimentara que incluso en Persia, Él era soberano.
Él estaba recordándoles que no iban a poder encontrar seguridad en el gobierno o en sus amigos o en sus cuentas bancarias y que no podían esconderse en ninguna parte de Persia… que su único refugio y fortaleza es el Dios de Israel.
Conclusión
En junio de 1937, el pastor Niemoller predicó con valentía estas palabras a su congregación durante los días del régimen nazi:
Como los apóstoles de antaño, no pensamos usar nuestro propio poder para escapar de las autoridades. Ya no estamos dispuestos a guardar silencio ante la demanda del hombre cuando Dios nos ordena hablar. Porque es, y debe seguir siendo, el caso de que debemos obedecer a Dios en lugar de al hombre.
A los pocos días, este pastor fue arrestado y encarcelado. Estuvo 7 meses en aislamiento antes de enfrentar su juicio el 7 de febrero de 1938. Fue acusado de hablar contra el régimen con críticas maliciosas y provocativas. Había violado la ley y fue acusado de "abusar del púlpito".
Cuando llegó el 7 de febrero, un soldado uniformado lo escoltó hasta la sala del tribunal. Mientras se abría paso por el largo túnel, se sintió invadido por el terror y la soledad. Sabía cuál sería el resultado. Pero lo que no sabía era por qué nadie había venido a verle. ¿Dónde estaban su familia y amigos? ¿Dónde estaba su iglesia que había estado con él?
No había tenido noticias de ellos.
Pero mientras se angustiaba con estos pensamientos, algo extraordinario sucedió de repente. El soldado, cuyo rostro hasta ese momento había sido impasible y que no había pronunciado una palabra, comenzó a hablar.
Su voz era tan suave que no pudo entender las palabras al principio. Pero mientras reverberaban una y otra vez a lo largo de las paredes del túnel, finalmente las entendió. Eran las palabras de Proverbios 18:10: “Torre fuerte es el nombre de Jehová; A ella corre el justo, y está a salvo.” De inmediato, su miedo desapareció. Un nuevo sentido de esperanza y confianza tomó su lugar.
El pastor Niemoller fue condenado por el régimen nazi y enviado a un campo de concentración durante 7 años. Pero sobrevivió y fue liberado al final de la guerra para contar su historia.[xv]
Al igual que Niemoller, esta generación de israelitas está a punto de atravesar el túnel más oscuro y aterrador que jamás haya atravesado. Pero ellos también descubrirán la verdad de Proverbios 18:10.
- Cuando todos los demás son injustos, él no lo es.
- Cuando todos los demás se rinden, él no lo hace.
- Cuando nadie parece preocuparse, él lo hace.
- Incluso cuando Dios parece distante, Él está presente.
- Incluso cuando Dios parece alejado… Él sigue siendo soberano y fiel.
¿Sabe lo que Dios está haciendo en el capítulo 3 de Ester? Él está moviendo las piezas de la historia para que Su pueblo descubra una vez más que Él es su roca. Él es su torre fuerte.
Quizás esa sea exactamente la lección que Dios quiere que usted vuelva a aprender hoy.
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el 2011
© Copyright 2011 Stephen Davey
Todos los derechos reservados
[i] Karen H. Jobes, The NIV Application Commentary: Esther (Zondervan, 1999), p. 120
[ii] Ibid, 118
[iii] Debra Reid, Tyndale Old Testament Commentaries: Esther (Tyndale House, 2008), p. 86
[iv] Jobes, p. 95
[v] Peter A. Steveson, Ezra, Nehemiah and Esther (BJU Press, 2011), p. 232
[vi] Jobes, p. 118
[vii] Adapted from Colin D. Jones, Exploring Esther: Serving the unseen God (Day One Publications, 2005), p. 47
[viii] Steveson, p. 235
[ix] Bayle Roche @searchingquotes.com
[x] A. Boyd Luter & Barry C. Davis, God Behind the Seen: Expositions of the books of Ruth & Esther (Baker, 1995), p. 204
[xi] Steveson, p. 236
[xii] Luter & Davis, p. 207
[xiii] Knute Larson & Kathy Dahlen, Holman Old Testament Commentary: Ezra, Nehemiah, Esther (Holman Publishers, 2005), p. 311
[xiv] Erwin Lutzer, Hitler’s Cross (Moody Press, 1995), p. 94
[xv] Ibid, p. 144
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