Un Mensaje de Esperanza (Parte 8)
Descubre el increíble relato histórico de Ester y el valiente Pony Express en este mensaje lleno de esperanza y propósito. Acompaña a Ester y Mardoqueo en su lucha contra la injusticia y la persecución, y cómo su fe y valentía los llevaron a la victoria. Un mensaje inspirador que te recordará que Dios siempre cumple Sus promesas, trayendo liberación y protección en los momentos más oscuros.
Transcript
Un Mensaje de Esperanza
El Soberano en la Sombras, Parte 8
Ester 8:1-9:16
Introducción
En 1860, tres hombres de negocios organizaron lo que llamaron el “Pony Express,” un servicio de correo rápido entre los estados de Missouri y California.
Hicieron la increíble promesa a sus clientes de que podrían entregar el correo en solo 10 días. Decidieron usar las elecciones presidenciales de 1860 para probar su promesa.
El 7 de noviembre de 1860, el primer jinete del Pony Express abandonó el Territorio de Nebraska. Solo 7 días y 17 horas después, el jinete entregó a los periódicos de California la noticia de que Abraham Lincoln había sido elegido presidente.
Esto hizo que la compañía iniciara con éxito.
Pronto, el Pony Express involucró a 120 jinetes, 400 caballos y varios cientos de personas. Se necesitaba mucha mano de obra y caballos para asegurar que el correo pudiera entregarse con tanta rapidez, por lo que cada jinete normalmente recorría 280 km por día y cambiaba su caballo cada 15 km en las estaciones de relevo del Pony Express.
Los jinetes debían pesar no más de 63 kg. Nunca se detenían a comer o beber. Un anuncio publicitario del Pony Express explicaba el peligro de la industria de la siguiente manera: “Se buscan jóvenes delgados que no tengan más de 18 años; deben ser jinetes expertos, dispuestos a arriesgar su vida a diario”.
No es de extrañar por qué los jinetes del Pony Express ganaban $25 por semana, que era $24 dólares más de lo que ganaban la mayoría de los trabajadores sin capacitación en ese momento. Los muchachos que eran contratados también recibían los caballos que necesitaban junto con una pistola y una Biblia.
Ser jinete en el Pony Express era dedicarse a uno de los trabajos más peligrosos del mundo: no sólo por la resistencia necesaria para montar por tanto tiempo, sino también porque a menudo implicaba huir de los bandidos e indios. Un jinete se hizo famoso por terminar su recorrido después de recibir un flechazo en la mandíbula que le arrancó tres dientes. Él sobrevivió para convertirse en una leyenda popular.
Sin embargo, el jinete más famoso fue un joven de 15 años llamado Bill Cody, más conocido como Buffalo Bill. Según cuenta la historia, cuando Cody descubrió que su jinete de relevo había muerto en el viaje, tomó la bolsa de correo de su compañero y viajó por una de las secciones más peligrosas de todo el camino. Viajó 518 kilómetros sin parar en 21 caballos diferentes y llegó hasta el final. Él obtuvo el récord del viaje más largo a través de Wyoming.
Sin embargo, el Pony Express no duró para siempre. Con la invención del telégrafo, se colgaron líneas desde Nevada hasta California, lo que acabó con la necesidad de viajes tan rigurosos. Pero el empeño de estos jinetes no quedó en el olvido. En el 2006, el servicio postal de los Estados Unidos adoptó el logotipo original del Pony Express y todavía lo usa hasta el día de hoy.[i]
Sin embargo, el sistema del Pony Express no nació en Estados Unidos en la década de 1800; fue iniciado por los antiguos persas. El historiador griego, Heródoto, registra que el Imperio Persa estaba conectado por estaciones postales cada 22 kilómetros.[ii] Él comentó acerca de este antiguo servicio postal:
Nada viaja tan rápido como estos mensajeros persas. Todo el plan es una invención persa. A lo largo de todo el camino hay hombres posicionados con caballos y viajarán a su mayor velocidad la distancia que tienen que recorrer.[iii]
Descubrí el hecho interesante de que fue la descripción de Heródoto del sistema postal persa que inspiró el famoso lema de la oficina postal que dice: "Ni la nieve, ni la lluvia, ni el calor, ni la penumbra de la noche impiden que estos valientes mensajeros completen rápidamente sus rondas asignadas."[iv]
El Pony Express era solo para las clases altas y gente de negocios, porque enviar una carta de 15 gramos costaba $5 – lo que era mucho dinero en aquel entonces. Sin embargo, el sistema persa no era así. Era el servicio postal utilizado por los ricos y plebeyos por igual. De hecho, el gobierno persa se basó en gran medida en este servicio nacional para comunicarse con su reino que se extendía desde el territorio actual de Pakistán hasta el norte de África.
Este es el sistema de correo que Amán usó para entregar su edicto de muerte. Todos los judíos habrían visto la publicación: ricos o pobres. La noticia viajó rápidamente a caballo, trayendo consigo un dolor, un miedo y una desesperación indescriptibles para los judíos.
Los judíos estaban superados en número e indefensos.
Un Mensaje de Esperanza
Pero luego, la situación cambia repentinamente. Ester arriesga su vida para llamar la atención del Rey. En 24 horas, se descubre la amenaza del edicto de Amán y Amán está colgado de su propia horca.
Ahora, la mayoría de la gente se detiene en esta parte de la historia y piensa que el trabajo de Ester ha terminado… que ahora puede relajarse y disfrutar del palacio como nunca. Eso está lejos de la verdad. Amán puede estar muerto, pero su edicto de muerte todavía está muy vivo.[v]
El edicto fue sellado con la insignia del Rey y ahora es una ley de los medos y los persas. El trabajo de Ester está lejos de terminar. De hecho, ahora se la necesita más que nunca. Retomemos la historia en Ester capítulo 8:1-2 para descubrir qué hace a continuación:
El mismo día, el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que él era respecto de ella. Y se quitó el rey el anillo que recogió de Amán, y lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán.
Promoción
Josefo nos informa que, a finales del Reino de Persia, la traición y los delitos graves resultaban en la confiscación de propiedades y riquezas para la corona.[vi] Esta confiscación incluía casas, propiedades, posesiones e incluso cuentas bancarias.
Entonces, el rey Asuero termina dándole a Ester la mitad de su reino después de todo, pero en circunstancias muy diferentes a las que había anticipado anteriormente. Ester, sin embargo, da media vuelta y entrega la propiedad recién otorgada a Mardoqueo.
Así que estos dos primos judíos ahora ocupan las dos posiciones más poderosas en el Imperio Persa al lado del Rey. La Reina y el Primer Ministro son judíos.
Esto es obra de Dios.
Esto parece una coincidencia, pero realmente es soberanía. ¡Dios ha dirigido esta escena a la perfección!
Sin embargo, todavía hay un problema serio en cuestión. Aunque Ester y Mardoqueo tienen todas las razones para sentirse seguros, todavía no lo están.
Pasión
Note lo que sucede a continuación en los versículos 3-4: Volvió luego Ester a hablar delante del rey, y se echó a sus pies, llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán agagueo y su designio que había tramado contra los judíos. Entonces el rey extendió a Ester el cetro de oro, y Ester se levantó, y se puso en pie delante del rey.
Algunos creen que esta es una conversación diferente. Pero estoy de acuerdo con otros que creen que esta conversación es la misma mencionada anteriormente donde se promueve a Mardoqueo.
La prueba de esto se encuentra en el versículo 7, donde el rey responde a ambos, Ester y Mardoqueo juntos. Todavía están en la corte real, lo que nos dice que en lugar de salir y celebrar durante una semana o dos, ahora están intercediendo por la vida de su pueblo.
Lo que sucede aquí es que Ester una vez más está arriesgándose al disgusto del rey al pedirle que le conceda otra petición. El corazón de su petición se encuentra en medio del versículo 5, donde pide “que se dé orden escrita para revocar las cartas que autorizan la trama de Amán.”
El rey, sin embargo, no está tan preocupado. De hecho, él básicamente responde en el versículo 7 diciendo algo como esto:
Mira, Ester, te he dado la hacienda de Amán a ti y le he dado su trabajo a tu primo; Realmente no hay nada más que pueda hacer porque, como saben, yo mismo firmé el edicto y, de acuerdo con la ley persa, el edicto debe mantenerse. Pero ¿sabes que? Dejaré que tu y Mardoqueo redacten un nuevo edicto que le parezca bien y lo firmaré.
Asuero ha encontrado una solución.
Sabemos por la historia que los reyes persas se enorgullecían de su infalibilidad. ¿Por qué tendrían que abolir una ley cuando todo lo que firmaron siempre tenía razón? Abolir una ley sería admitir que se había equivocado. Y Asuero no iba a admitir eso.
Tan fiel a su forma de ser, encuentra la manera de salir del apuro y al mismo tiempo complacer a su esposa y su primer ministro. En el proceso también hace algo de importancia crítica para los judíos.
Permiso
El rey dice en el versículo 8:
Escribid, pues, vosotros a los judíos como bien os pareciere, en nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque un edicto que se escribe en nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no puede ser revocado.
En otras palabras, el rey no admitirá que su primer edicto fue insensato, pero va a hacer lo que pueda para evitar la vergüenza que el primer edicto pueda causarle en el futuro. Ester y Mardoqueo no son los únicos que necesitan escapar de esta situación. El rey está actuando con calma al permitir que Ester salve a su pueblo, pero detrás de la máscara de amabilidad y tranquilidad se esconde su deseo de salvar su propia reputación.
Entonces Mardoqueo redacta una carta y la copia en todos los diferentes idiomas del Imperio Persa. La carta básicamente otorga al pueblo judío varios derechos legales. Mire el versículo 11:
El rey daba facultad a los judíos que estaban en todas las ciudades, para que se reuniesen (como ejército) y estuviesen a la defensa de su vida, prontos a destruir, y matar, y acabar con toda fuerza armada del pueblo o provincia que viniese contra ellos, y aun sus niños y mujeres, y apoderarse de sus bienes, en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, en el día trece del mes duodécimo.
A los judíos se les acaba de dar el derecho legal de montar un ejército y tomar las armas. De hecho, en realidad se les da el derecho de saquear a cualquier persa que muera en su intento de matar a los judíos.
Mardoqueo en realidad cita el edicto original de Amán palabra por palabra. Todos los judíos de Persia, que a estas alturas probablemente ya han memorizado el primer edicto, inmediatamente captan el significado de este segundo edicto. Mardoqueo está contrarrestando todo lo que Amán estableció en su primer edicto. Todo lo que los persas pueden hacer, los judíos ahora también pueden hacerlo.
Así que el edicto está firmado y sellado y el versículo 14 nos dice que “Los correos, pues, montados en caballos veloces, salieron a toda prisa por la orden del rey.”
Las noticias ahora están llegando desde Susa hasta Sudán.
Dos meses antes, el pony express persa había emitido un edicto de muerte en todo el imperio. Desde entonces, el sonido de los caballos probablemente provocaba un escalofrío en todos los judíos. Tal vez temían qué noticias vendrían a continuación desde el palacio.
Otra carta está clavada en un poste y pueden ver el sello del rey. Alguien finalmente decide ir a leerlo. La alegría inunda sus ojos. "¡Mamá! ¡Padre! ¡Vengan pronto! ¡Vengan y miren lo que el rey ha escrito ahora!” Hay bullicio en las calles cuando hombres y mujeres judíos se agolpan alrededor del edicto que les da su primer rayo de esperanza en casi dos meses.
Y lo que efectivamente hace este edicto es comunicar a los persas que, si todos se refrenan, nadie saldrá herido. Si mantienen su codicia y enemistad bajo control, nadie va a morir.
Este edicto envió una advertencia a los persas de que ya no perseguirán a judíos desarmados. No sería un saqueo fácil. Estarán arriesgando sus vidas y las vidas de sus familias porque ahora los judíos pueden pelear en defensa propia y saquear a los perdedores.
El significado de este edicto se puede resumir de la siguiente manera: los ciudadanos persas ya no tienen que atacar a los judíos, pero si aún eligen hacerlo, no terminará bien para ellos.
Esta es una brillante forma de contrarrestar un edicto inmutable. ¡Qué giro de los acontecimientos para el pueblo judío!
¿Puede imaginarse lo que debe haber sido ser judío durante este tiempo? Leyó ese primer edicto 2 meses antes y la vida se detuvo. Sabía que solo le quedaban 11 meses de vida. Sus mayores temores estaban a punto de hacerse realidad.
Ha estado vestido de cilicio y ceniza durante los últimos dos meses, pero su luto no parece haber dado resultado. Se ha imaginado con horror cómo será el día 13 de Adar para usted y su familia y sabe que no puedes hacer nada para evitarlo.
Sus amigos, compañeros de trabajo y vecinos recibieron la orden del Primer Ministro de borrarlos de la faz de la tierra y tomar sus hogares, posesiones y riquezas.
Las sospechas iban en aumento. La tensión crecía cada día más. Nadie se atrevía a mirarle a los ojos. Nadie simpatizaba con usted por temor a represalias del gobierno.
La gente murmuraba entre sí en las calles. Podía escuchar las cosas que estaban diciendo. Cosas como: “Deben haber sido una amenaza para nuestro gobierno todo el tiempo. No puedes confiar en ellos. Ni siquiera son realmente persas; son solo extranjeros y nunca han encajado realmente aquí. Estaremos mejor sin ellos. ¡Y me gustaría esa casa y ese carruaje de todos modos!
Esto era Alemania, Austria y Polonia hace 80 años. Este era el preludio de otro holocausto.
Y luego, de la nada, un jinete real entra galopando a su pueblo con otro edicto del Palacio. Lo lee y no puedes creer lo que descubre.
El nuevo Primer Ministro es Mardoqueo, el judío. Los rumores de que Amán lo había ejecutado eran falsos. Él está vivo.
Además, descubre en el edicto que el rey está de su parte. Incluso los funcionarios de su gobierno están a favor del segundo edicto.
¡Esto es motivo de celebración! Y eso es exactamente lo que hacen los judíos. Mire el versículo 15:
Y salió Mardoqueo de delante del rey con vestido real de azul y blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura. La ciudad de Susa entonces se alegró y regocijó; y los judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra.
Incluso se nos dice en el versículo 17 que “muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos”. Los persas literalmente se alinearon en solidaridad con los judíos.
Algunos comentaristas creen que esto significa que muchos persas también comenzaron a seguir a Dios… Como en el caso de Rahab, que abandonó a su pueblo en Jericó y se convirtió en una judía prosélita… o como Rut, que dejó su idolatría y se casó con un hombre judío, convirtiéndose luego en la abuela del rey David.
No es de sorprender que la ciudad de Susa está de fiesta esa noche. Se nos dice en el versículo 16 que para el pueblo judío “todo era luz”. Esa palabra “luz” se puede traducir como “esperanza”.[vii] Ahora todo está lleno de “esperanza, alegría, gozo y honor”.
¡Eso es todo un revés!
Y la celebración es a nivel nacional. El Pony Express Persa galopa a toda velocidad por el desierto de Arabia, a lo largo de las orillas del río Éufrates, hacia la India y África, y lleva las buenas nuevas a todos.[viii]
Estos jinetes, una vez vistos como los mensajeros de la oscuridad y la muerte, ahora son vistos como los mensajeros de la luz y la vida.
Protección
Sin embargo, las nubes no han pasado por completo. El día de la masacre está a punto de llegar y los judíos son superados en número. Napoleón comentó una vez que Dios siempre está del lado del ejército más grande.[ix] Si tiene razón, entonces los judíos no tienen ninguna posibilidad contra los persas. Edicto o no, la muerte seguirá siendo inminente para algunos y quizás para todos.
El capítulo 9 comienza con estas palabras:
En el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece días del mismo mes, cuando debía ser ejecutado el mandamiento del rey y su decreto, el mismo día en que los enemigos de los judíos esperaban enseñorearse de ellos, sucedió lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían.
Ese verbo traducido aquí como “esperaban” es un verbo raro que se refiere a alguien que espera con gran anticipación.[x] En otras palabras, algunos de los persas estaban relamiéndose, considerando que los judíos serían presa fácil. “Tendremos nuevas casas, campos, ganado y ropa antes de que se ponga el sol”, pensaron. Pero el versículo 1 continúa diciéndonos que, de hecho, los judíos se enseñorearon de sus enemigos.
Napoleón estaba equivocado. La lucha ha estallado en diferentes lugares a lo largo del reino persa, y en todo ese día de lucha no hay constancia de que ningún judío haya muerto. Sin embargo, hay un gran registro de persas asesinados, notablemente a 10 hijos de Amán. Los versículos 6-10 nos informan de eso.
Pero entonces Ester hace algo sorprendente. En el versículo 13, Ester regresa al rey y le ruega que les dé a los judíos un día más para defenderse.
Evidentemente, descubrió un complot en Susa, probablemente fomentado por persas leales a Amán y sus 10 hijos que ya habían muerto en la batalla. Al parecer, había muchos persas dentro y alrededor del palacio que no estaban contentos con todos estos cambios y esta era su oportunidad de venganza.
Sin embargo, Ester no se detiene allí. Ella también le pide al rey en el versículo 13 que muestre públicamente los cuerpos de los 10 hijos de Amán para desalentar cualquier matanza adicional.
El versículo 16 resume cómo fueron estos dos días de lucha:
En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y descansaron de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; pero no tocaron sus bienes.
Al leer esto, podría pensar, como lo hice inicialmente, ¡que 75,000 persas es mucha gente! Esto debe implicar que la lucha estaba teniendo lugar en todo el reino. Pero los documentos de este período revelan que la población de Persia rondaba los 50 millones de personas,[xi] lo que significa que la cantidad de personas que realmente pelearon contra los judíos fue relativamente pequeña.
Dios obviamente había vuelto los corazones de los ciudadanos persas hacia el pueblo judío. Si no lo hubiera hecho, los judíos habrían sido aniquilados sin mucha lucha.
Por cierto, no pase por alto la frase que encontramos repetida 3 veces. A los judíos se les ha dado el derecho legal no sólo de contraatacar sino también de saquear a cualquier ciudadano persa que derrotaron. Pero tres veces (versículos 10, 15 y 16) se nos informa que “los judíos no tocaron sus bienes”.[xii]
¡Esta es su oportunidad de vengarse! Han sufrido un año de tortura mental y angustia. No recibieron apoyo de los persas que ahora yacen muertos a sus pies. Tomar sus posesiones no sería robar; ¡no será ilegal! Sin embargo, los judíos no tocan las casas y familias de sus enemigos.
¿Alguna vez ha sido estafado por alguien? ¿Alguna vez ha sido maltratado por uno de los superiores de su empresa? ¿Alguna vez ha firmado un contrato solo para descubrir que esa persona le mintió?
¿Qué haría si de alguna manera pudiera vengarse de ellos sin ninguna resistencia legal? ¿Qué le haría a su enemigo si le ofrecieran la oportunidad de vengarse?
Escuché una historia divertida sobre un chico que fue mordido por un perro y lo llevaron de urgencia al hospital. Después de hacerle algunos análisis de sangre, el médico llegó con la triste noticia de que el hombre tenía rabia. El hombre no dijo una sola palabra en respuesta. Simplemente sacó un cuaderno y comenzó a escribir enérgicamente. Su médico, pensando que estaba escribiendo su testamento, lo animó diciéndole: “usted no se va a morir, señor; hay una cura para la rabia”. El hombre dijo: “Lo sé; pero estoy haciendo una lista de personas a las que quiero morder antes de conseguirla.
Así es el mundo, ¿no? Desquítese, contraataque. Uno de los instintos naturales de la humanidad es vengarse. No puede usar un arma o una espada, pero al menos usará sus palabras.
El enemigo de su alma sabe que seguirá siendo una víctima mucho más tiempo si toma represalias. La amargura y la ira matarán su alma y no se saciará con la sangre de su víctima.
Es por eso que Satanás nunca deja de aparecer y susurrarle al oído: “Te has contenido lo suficiente; ya diste la otra mejilla ¿no es hora de ponerte a cuentas ya?”[xiii]
Pero los judíos no escucharon. Ellos fueron una ilustración de lo que leemos en Romanos 12:17-21:
No paguéis a nadie mal por mal; Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. Dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
¿Qué ha recibido últimamente en el correo?
- ¿Malas noticias?
- ¿Una acusación falsa?
- ¿Una palabra desagradable?
- ¿Desgracia?
- ¿Chisme?
- ¿Calumnia?
¿Ha oído el susurro del enemigo en su oído, diciendo: “No hiciste nada malo; ya es suficiente maltrato; Es hora de una pequeña venganza ¿no?
Aprenda de estos judíos que tenían todas las razones para vengarse de sus enemigos, pero en cambio se negaron a hacer nada más que defender sus vidas. Y no piense ni por un segundo que sus vecinos persas no se dieron cuenta. El Dios de Israel recibió mucho honor ese día cuando Su pueblo vivió las palabras de 1 Pedro 2:9:
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.
Lo sorprendente de esta historia no es que los judíos dominaran a sus enemigos, sino que se dominaran a sí mismos.[xiv]
Una celebración nacional estalla en todo el imperio cuando el pueblo judío se maravilla de estar vivo para ver otro día. Y este es una alegría real y genuina porque los judíos decidieron dejar la venganza en manos de Dios. La celebración habría sido mucho más corta y mucho menos dulce si hubieran elegido saquear a sus vecinos.
El mundo no entiende este principio. Se escriben libros y se hacen películas todo el tiempo que glorifican el concepto de venganza. Poner verdaderamente la otra mejilla después de sufrir una injusticia es un concepto que les deja boquiabiertos. Pero también les hace mirar dos veces. Al final, Dios recibirá gloria a través de usted y su testimonio de Cristo recibirá mayor credibilidad que antes.
Entonces, ¿cómo responderá a las noticias que llegarán a su puerta hoy? ¿Le recordará al mundo, como los judíos en esta historia, que en cada circunstancia Dios es digno de alabanza y honor? ¿O, como los persas, cederá a su codicia y frustración?
Somos un pueblo elegido. Nosotros, la Iglesia, somos un real sacerdocio y una nación santa, como tan bellamente nos recordó Pedro. Así que hagamos que hoy sea nuestra ambición anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable.
Este manuscrito pertenece a Stephen Davey, predicado el 2011
© Copyright 2011 Stephen Davey
Todos los derechos reservados
[i] Above facts taken from wikipedia.org/wiki/Pony_Express
[ii] Anthony Tomasino, Zondervan Illustrated Bible Backgrounds Commentary: Volume 3, Esther (Zondervan, 2009), p. 480
[iii] John Whitcomb, Esther: Triumph of God’s Sovereignty (Moody Press, 1979), p. 42
[iv] Tomasino, p. 480
[v] Charles R. Swindoll, Esther: A Woman of Strength & Dignity (Word Publishing, 1997), p. 143
[vi] Cyril J. Barber, Ezra and Esther (Wipf & Stock Publishers, 2007)
[vii] Gary V. Smith, Cornerstone Biblical Commentary: Ezra-Nehemiah, Esther (Tyndale House Publishers, 2010), p. 278
[viii] J. Vernon McGee, Esther: The Romance of Providence (Thomas Nelson, 1982), p. 126
[ix] Barber, p. 167
[x] Luter & Davis, p. 323
[xi] Tomasino, p. 499
[xii] Karen H. Jobes, The NIV Application Commentary: Esther (Zondervan, 1999), p. 196
[xiii] Swindoll, p. 169
[xiv] Swindoll, p. 163
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