¿Permite Dios que tengamos contacto con un ser querido que ha fallecido?
La respuesta corta es no, y es algo que los cristianos nunca deben intentar.
La Biblia es clara y consistente en su condena de tratar de comunicarse con los muertos.
Un ejemplo de esto se encuentra en Levítico 19:31, que dice:
"No os volváis a los médiums ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios." (ESV)
También te animo a leer Levítico 20:27 y Deuteronomio 18:10-13.
Quien hace esta pregunta probablemente esté pensando en 1 Samuel 28, cuando el rey Saúl, disfrazado, acudió a una médium y el profeta Samuel, ya fallecido, apareció. Este pasaje nos muestra que los médiums existían en Israel, a pesar de la advertencia en Levítico de no consultarlos.
Sin embargo, en este caso específico, Dios permitió que Saúl hablara con un muerto. Pero el pasaje deja claro que esto no ocurrió por el poder de la médium. De hecho, leemos que cuando Samuel apareció, "la mujer gritó en alta voz" (1 Samuel 28:12). En otras palabras, ¡ella se sorprendió! No esperaba que Samuel realmente apareciera porque sabía que no tenía ese poder; estaba engañando a la gente.
Dios usó al profeta Samuel una última vez para anunciar juicio sobre Saúl, al igual que permitió que Moisés y Elías aparecieran ante Jesús y tres discípulos en la Transfiguración. Estos dos eventos no son evidencia de que podamos hablar con los muertos; fueron milagros únicos realizados por Dios para propósitos específicos y solo para ciertas personas. No son un modelo que podamos seguir hoy.
Creo que aquellos que hoy afirman comunicarse con los muertos encajan en la categoría descrita en 1 Timoteo 4:1-2. Han sido engañados y están engañando a otros. Pablo dijo:
"Pero el Espíritu dice expresamente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, por la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia." (ESV)
La Biblia nos enseña a poner nuestra fe en Cristo y a buscar la verdad que Él nos ha dado en Su Palabra. Solo la Palabra de Dios nos proporciona la verdad espiritual. Cualquier otro camino nos llevará al error.
Intentar comunicarse con los muertos es una práctica ocultista que los cristianos deben evitar. Cualquier persona involucrada en esto debe confesar su pecado a Dios y acudir a Jesús en busca de perdón, limpieza y protección.
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